Siempre nos reímos recordando la historia que le cuento que un día cuando tenia mas o menos 3 o 4 años, lo senté frente al televisor a ver sus muñequitos favoritos de aquel entonces, mientras se dejaba atrapar por el programa, yo calentaba la cena y aprovechándome que estaba absorto en los dibujos animados, yo le daba un super plato de espinacas que saboreaba (sin enterarse de lo que comía !!por supuesto!! y que durante la comida había generado un conflicto, no se cuantas lagrimas y mucho pero muuucho sufrimiento a mi pobre angelito.
Cuando descubrí que el ver la tele también tiene sus ventajas, estuve utilizando esta fantástica herramienta para hacer que se comiera las verduras, hasta que me descubrió.
El viernes pasado desde que supo de la Spanakopita me estuvo dando la lata con el sufrimiento por el menú del sábado, como le pedí una oportunidad, cuando la probo en contra de su total voluntad y la saboreo, se dio cuenta de lo suave y bueno que es este pastel salado. La verdad me lo imaginaba mas intenso.
De sabor suave, pasta crujiente y el queso Feta que es el ingrediente que le da un toque especial, os presento la Spanakopita, plato de origen griego que descubrí en el blog de el comidista y que esta delicioso.
Si es que le digo a mi hijo, "en lo que a comerte lo que te conviene, conmigo no pelees que yo siempre voy a ganar".. !!! Y voy invicta !!
Ingredientes:
400 gms espinacas
200 gm queso feta
1 paquete de pasta phillo.
2 cebolletas
1 huevo grande. (yo use 2 medianos)
2 ch leche
1 ch de eneldo picado
2 ch perejil picado
1 ch mantequilla
Aceite de oliva
Sal y pimienta negra.
Preparación:
La receta dice que hay que hervir agua y pasar las espinacas unos minutos por el agua, escurrir muy bien y picarlas. Yo las saltee en la sarten y no las pique y me salio muy bien.
Picar las cebolletas finamente y agregarlas a aceite caliente, freir hasta que esten brillantes, reservar.
En un recipiente aparte, batir ligeramente los huevos.
Agregar a las espinacas, los huevos y la cebolleta ya freida.
Sacar las hojas de pasta Phillo, untarlas con aceite , poner en un molde aproximadamente 4 hojas de pasta phillo, echar encima la mezcla de las espinacas, salpimentar (usa muy poca sal, ya que el queso feta tiene sal y te puede dejar el plato salado) y encima poner el queso feta partido en cuadritos pequeños, poner encima otras 3 láminas de pasta phillo, doblar los extremos y llevar a horno pre calentado por 40 minutos.
Nota:
Si le adicionas unos piñores, le complementarias muy bien.
Si no la encuentras, puedes hacerlo con masa brissa o con hojaldre. El plato original es con Phillo pero puedes recurrir a estas otras dos opciones.
Yo use eneldo seco, no tiene un sabor fuerte, úsalo con confianza.
Estuve pensando si el queso feta salaria mi receta, tampoco, estaba perfecto de sal.
Que buena pinta¡¡¡ besos
ResponderEliminarCoincidimos en ingrediente querida Connie, que no en historia....jajaja. Para que después digas que no tienes nada que contar jodía. Menuda historia bonita ésta, como tu receta. Un besote mi amol.
ResponderEliminarJa, ja, ja.Me encanta como nos las arreglamos las madres para que nuestros hijos aprendan a comer. A mi hija le pasaba lo mismo con las vainas (judías verdes) y hoy las come, no son lo que mas le gusta pero las come de verdad. Y he de decirte que come de todo, practicamente. Yo creo que les debemos enseñar a conocer todos los sabores, a no dejar ninguno y sobre todo a no tener un registro de sabores tan corto que solo comen gominolas, hamburguesas y pizza o similar. Genial.
ResponderEliminarEl pastel me encanta¡¡¡. Bss
Virginia "sweet and sour"
Connie, adoro las espinacas, me encantó la entrada, la historia y la receta, todo es un conjunto delicioso!
ResponderEliminarUn besito preciosa y que tengas una buena semana!!
delicioso me gusta como quedo bsssss
ResponderEliminarTiene una pinta estupenda y es una buena forma de comer verdura.Besitos
ResponderEliminar